La genialidad consiste muchas veces en cambiar el punto de vista. El fotógrafo Andy Freeberg recorrió los museos rusos y el lugar de retratar las obras de arte, decidió fotografiar a las personas que vigilan en las salas, como si formaran parte de otra obra más extensa en la que aún no nos habíamos fijado. El resultado es una colección de imágenes tan maravillosas como inverosímiles que bien merecen un homenaje.
New Tretyakov Gallery
Hermitage
New Tretyakov Gallery
Pueden encontrar más fotografías en el siguiente enlace: Guardians of Russian Art Museums