El puente curvo de Langkawi, en Malasia, es un impresionante puente atirantado suspendido de ocho cables por una torre inclinada de celosía de frágil -aunque engañoso- aspecto.
Construido en el año 2004, su pasarela, de 125 m. de longitud y 1,8 m. de ancho, discurre a través de un impresionante abismo de 87 metros de altura, y proporciona diferentes perspectivas sobre la tierra y el mar. Plataformas triangulares situadas a lo largo, constituyen áreas de descanso para sentarse y apreciar, tanto la belleza de la naturaleza -el mar de Andaman, la isla tailandesa de Tarutao...- como esta increíble obra de la ingeniería.