martes, 17 de marzo de 2009

El ojo que todo lo graba

Rob Spence, un cineasta canadiense de 36 años, propone grabar con un ojo biónico para crear conciencia sobre el valor de la privacidad. Spence ha llamado a este ojo el "EyeBorg Project".

La cámara, diseñada por él mismo e implantada en una prótesis, consiste en una especie de gran lente de contacto que incluye una microcámara para la de captación de imágenes, una pequeña batería y un sistema de transmisión inalámbrico para lograr el video.

Con este dispositivo, el cineasta convertirá su discapacidad en una herramienta para denunciar la vigilancia a que día a día nos vemos sometidos. Con la cámara oculta en el ojo de vidrio, espera poder filmar lo que ve con su ojo bueno, ya que los músculos la moverán como si fuera un ojo verdadero.

Spence perdió su ojo derecho cuando sólo tenía 13 años debido al disparo fortuito de un arma de fuego de su abuelo. Tuvo que ser intervenido y se le instaló un ojo de cristal, según una información del diario belga "Le Soir". Ahora dice que está ultimando los detalles para que la cámara transforme su discapacidad en una ventaja.

Con este sistema, Rob Spence pretende grabar la vida secreta de la gente, aprovechando su prótesis. Las imágenes que obtenga se utilizarán en un documental con el que Spence piensa denunciar "la fragilidad de nuestro derecho a la privacidad a medida que los servicios de seguridad aumentan la vigilancia en nuestras sociedades modernas".

.

Rob dijo en rueda de prensa que no entiende por qué la gente se sorprende, pues "en Toronto hay 12.000 cámaras y lo extraño es que descubrí que a la gente no le preocupan las cámaras de vigilancia (en la calle y sitios públicos), sino que están más sorprendidos y alarmados por mí y por la cámara secreta, pues sienten que es una invasión peor de su privacidad".

"Originalmente la idea era realizar un documental sobre la vigilancia. Pensé que me convertiría en una especie de superhéroe luchando por la justicia contra la inseguridad", afirmó Spence durante una rueda de prensa en Bruselas en la que presentó este innovador proyecto y su "ojo biónico".


"No quiero entrar en un vestuario. Tampoco quiero mostrar al mundo cómo voy al baño... No retransmito mi vida y no pretendo hacerlo", sentenció el creador de este programa cuyas novedades se pueden seguir día a día en la web 'Projecto Eyeborg'